El primer estudio completo del microbioma del estropajo de cocina
En los países industrializados, pasamos más del 90% del
tiempo dentro de los edificios. Los microbios que albergan estos ambientes
cerrados, lo que los microbiólogos llamamos el microbioma de los edificios, puede tener cierto impacto en la
salud y el bienestar de sus ocupantes. Dentro del ambiente doméstico, la cocina y el baño son auténticos
incubadoras microbianos, debido a la constante inoculación de nuevos microbios
-por la manipulación de alimentos o por nuestros propios microbios- favorecido
además por el ambiente húmedo y la disponibilidad de nutrientes para los
microbios.
Sin embargo, a pesar de lo que mucha gente piensa, la cocina alberga muchos más microbios que
el baño. La razón es que la superficie del inodoro suele ser lisa -lo que
dificulta la adhesión de los microbios- y solemos esmerarnos en su limpieza. La cocina alberga uno de los mayores reservorios o almacén de
microbios de toda la casa: el estropajo.
El estropajo de la cocina es el mayor almacén de microbios de toda la casa
Se ha demostrado que los estropajos de la cocina son el
mayor foco de coliformes de toda la casa, después del sifón del desagüe. En los
estropajos se han llegado a aislar bacterias patógenas como Campylobacter, Enterococcus cloecae,
Escherichia coli, Klebsiella, Proteus, Salmonella o Staphylococcus. Por eso, hay personas que tienen la costumbre de
hervir en agua caliente o de meter en el microondas el estropajo para limpiarlo
e higienizarlo. Sin embargo, a pesar de lo que mucha gente cree estas prácticas
no son muy efectivas, y no parece que reduzcan el número de bacterias mucho más
del 60%. Los estropajos no sólo actúan como un almacén de microorganismos sino
que también contribuyen a diseminarlos por todas las superficies de la cocina
en las que se usen. Por eso, los estropajos se consideran una de los
principales causas de los brotes de enfermedades transmitidas por alimentos.
Composición microbiana del estropajo. Los estropajos debido a su naturaleza porosa y a su capacidad
de absorber agua y nutrientes es un lugar ideal para incubar microorganismos (Fuente: ref. 1).
Hasta ahora todas estas conclusiones se habían obtenido con
estudios en los que se cultivaban las bacterias presentes en los estropajos.
Se calcula que esta técnica del cultivo solo representa un 1-2% de
todos los microorganismos que pueden estar presentes en la muestra -recuerda
que la inmensa mayoría de los microorganismos son no cultivables, no sabemos
todavía como crecerlos y cultivarlos en el laboratorio-. Por eso, un grupo de microbiólogos
alemanes han aplicado las más sofisticas técnicas de biología molecular para
analizar el microbioma completo del
estropajo de cocina. Han obtenido el DNA completo de catorce estropajos de
la cocina de distintos domicilios de una zona de Alemania. Algunos fueron
lavados con agua hirviendo o en el microondas. Además incluyeron como
"control" muestras de siete estropajos nuevos recién comprados en el
supermercado. El DNA extraído de los estropajos fue analizado por
pirosecuenciación del gen 16S RNA y los datos analizados bioinformáticamente.
Además, los microbios presentes en los estropajos se estudiaron mediante microscopía
confocal e hibridación in situ fluorescente
(FISH-CLSM). Como ves , high-tech
para estudiar el estropajo.
Los resultado de este trabajo son impresionantes. Aunque los estropajos nuevos
probablemente no estén estériles, no se encontraron bacterias en ellos, lo que
sugiere que la colonización bacteriana de los estropajos es algo que ocurre
durante su uso en la cocina. Se demostró que los estropajos estaban colonizado
por 118 géneros bacterianos diferentes. El grupo más importante fue es de las Pseudomonas (68,5%), seguido del grupo Bacteroidetes (26,3%) y Actinobacteria (3,7%).
Otro dato interesante de este estudio es que cinco de los
diez microorganismos más frecuentes en los estropajos son bacterias catalogadas
como del grupo 2 de biopeligrosidad, potenciales
patógenos aunque no supongan un gran peligro: Acinetobacter, Chryseobacterium y Moraxella. El resto eran del grupo 1 de biopeligrosidad, bacterias
"ambientales” no patógenas. También es interesante que solo el 1% de los
microorganismos pertenecían al grupo de las Enterobacterias
y que aunque se detectaron Staphylococcus
y Streptococcus su frecuencia fue
mínima. A diferencia de otros trabajos anteriores, no se detectaron otros
patógenos como Salmonella, Proteus y Campylobacter.
Moraxella, la bacteria de los estropajos
El género bacteriano más abundante fue Moraxella osloensis. Las Moraxellas
se han detectado con frecuencia en la superficie de los fregaderos, puertas de
las neveras y hornos, superficies que suelen limpiarse con esponjas y
estropajos. Estas bacterias también se encuentran como parte de la microbiota
de la piel humana, por lo que el contacto con las manos puede ser la fuente de Moraxella en las esponjas. Además, se ha
sugerido que esta bacteria es la responsable de mal olor típico de la ropa húmeda
y sucia de las lavanderías y de los estropajos usados. Cuando tu estropajo huele mal, la culpa es de Moraxella.
Más de 10.000 millones de bacterias por cm3
Los análisis mediante microscopía confocal e hibridación in situ fluorescente se llevaron a cabo
para visualizar la distribución espacial de las bacterias en los estropajos,
determinar la densidad bacteriana, y comparar la carga bacteriana en esponjas
"limpias" y sin limpiar. Los resultados demostraron que la
colonización bacteriana ocurría prácticamente en la superficie de la esponja, en forma de biofilms bacterianos.
La mayoría de las células estaban metabólicamente
activas, con un crecimiento activo. La
carga microbiana era muy alta entre 2,5 y 5,4 x 1010 bacterias por
cm3. Interesante, ese número no disminuía en las esponjas
especialmente higienizadas por hervido o microondas.
Los autores del trabajo sugieren que el microbioma del
estropajo también puede verse influenciado
por el origen geográfico y cultural de los estropajos y de sus dueños:
dependerá del tipo de alimentación, estilos de vida y limpieza, temperatura y
humedad del lugar, …
No sea guarro y cambia de estropajo
Las esponjas y estropajos de cocina son un mecanismo para acumular, incubar y extender bacterias en las superficies de la cocina. Están
en contacto con nuestras manos y los alimentos y pueden transmitir infecciones
alimentarias. Se necesitan medidas extra de limpieza de los estropajos
especialmente en ambientes donde haya personas inmunocomprometidas, enfermos,
hospitales, residencias de ancianos, guarderías, … Hervir o meter en el
microondas el estropajo no sirve para mucho, no reduce la cantidad de
bacterias: las más débiles se eliminan, pero las más resistentes permanecen y
se reproducen más. Puede cambiar la composición microbiana, pero no la cantidad
de bacteria. Por ejemplo, estos sistemas de “limpieza” aumentaron la cantidad
de Chryseobacterium hominis y Moraxella osloensis. Por tanto, eso de hervir o meter en el microondas el
estropajo no es una práctica recomendable, lo mejor es cambiarlo por uno nuevo
cada una o dos semanas.
Conclusión: los
estropajos tienen una enorme cantidad de bacterias, mucha mayor diversidad microbiana
de lo que se pensaba, y pocos patógenos humanos. Las medidas de higienización del
estropajo son poco efectivas y lo mejor es cambiarlo con frecuencia.
(1) Microbiome analysis and confocal microscopy os used kitchen sponges reveal massive colonization by Acinetobacter, Moraxella and Chryseobacterium. Cardinale, M., y col. 2017. Scientific Reports. 7:5791. DOI:
10.1038/s41598-017-06055-9